Brotes de Soja dice:
20 may 2011
La brújula de la felicidad
¿Cuál es el logro mas buscado por la humanidad?
Es encontrar la felicidad o mejor dicho la felicidad que la sociedad ha impuesto como única y verdadera.
Pensando un momento: si nuestra sociedad ha creado unos valores, unas normas, un orden y una moral... ¿no es esta la misma que impone que es la felicidad?
Si una persona carece de amigos y es solitaria, ¿quiere decirse que es un ser infeliz? ¿Es imposible que esa soledad reconforte su alma?
Los matrimonios que no tienen hijos, ¿son más desgraciados? ¿O ellos solos y el amor que se otorgan es enteramente suficiente?
Una casa, un perro, hijos y un matrimonio feliz es para muchos el llamado "sueño americano" la cumbre de la autorrealización. Para otros lo es la promiscuidad, llegar a fin de mes, terminar de leer un libro de más de 50 páginas y tocar un instrumento con soltura.
Hace unos días escuché a un hombre en la televisión comentar que la búsqueda de la felicidad es aburrida y que se puede obtener mas beneficios saliendo al encuentro de la infelicidad.
El llanto y el dolor se han convertido en una forma de vida y poder quejarse de algo hace al ser humano mas completo.
Existen seres, que cuando hayan un problema sienten felicidad, ya que esto les hace protagonistas de un drama, en el que los que les rodean son pequeños aduladores, pendientes de una mejoría.
¿Se puede ser feliz, siendo desgraciado?
En nuestra cultura la autocompasión es un motor cada vez más potente.
Los que somos felices, ¿somos desgraciados por no poder lamentarnos?
A mi no me ha tocado la lotería, ni un viaje al extranjero, no he acabado de pagar una hipoteca...etc, pero pase lo que pase, se que siempre hay alguien que sin verme llorar, me pregunta como estoy.
Es mejor compartir una sonrisa, aunque a veces haya que salir a su encuentro.
Eternidad
Al oír su respiración, su corazón comenzó a latir como si hasta el día de su encuentro hubiese estado sumido en el letargo.
Las palabras observadas y los sentimientos escritos, parecían tomar forma.
No lo buscó, porque negaba de su existencia y no podía imaginar que la felicidad fuese tan sencilla.
En un mundo creado para las lágrimas, de su mano conoció las sonrisas.
La eternidad ahora le parecía insuficiente para poder disfrutar el uno del otro.La libertad admirada, se convirtió en alas de ternura.
Su cuerpo se estremeció con cada palabra, con cada gesto.
Las noches cortas y los amaneceres perfectos. Exprimieron cada minuto entre sus cuerpos desnudos y lloraron a no saber expresar el mas bello sentir del alma.
Las palabras observadas y los sentimientos escritos, parecían tomar forma.
No lo buscó, porque negaba de su existencia y no podía imaginar que la felicidad fuese tan sencilla.
En un mundo creado para las lágrimas, de su mano conoció las sonrisas.
La eternidad ahora le parecía insuficiente para poder disfrutar el uno del otro.La libertad admirada, se convirtió en alas de ternura.
Su cuerpo se estremeció con cada palabra, con cada gesto.
Las noches cortas y los amaneceres perfectos. Exprimieron cada minuto entre sus cuerpos desnudos y lloraron a no saber expresar el mas bello sentir del alma.
3 may 2011
Funambulista sobre el dolor
Y allí estaba, frente al televisor, mirando la pantalla, mientras su cuerpo temblaba sin parar.Hacía noches que no dormía, casi ni probaba bocado, tan solo esperaba cualquier noticia sobre su ciudad o sobre los lugares en los que habitaban las personas a las que quería. Todo le parecía ahora inestable, la seguridad que durante años le había proporcionado su hogar, ahora se convertía en una delgada cuerda de funambulista.
Sus hijos, se habían ido pronto y sin desayunar al colegio como cada mañana, acompañados de su padre.
Habían pasado ya tres días de esto y los malos pensamientos empezaban ha florecer, aunque los intentaba esconder por miedo a que al pronunciarlos en voz alta, estos se hiciesen realidad.
Su marido, su madre y hermanos...
El teléfono comunicaba constantemente y un pitido desagradable, informaba de que las lineas estaban saturadas o fuera de servicio.Llevaba un buen rato con el teléfono en la mano derecha, mientras que con la izquierda cambiaba los canales una y otra vez.
Las emisiones eran escasas y a veces se perdía la señal por completo. Cuando esto ocurría, cambiaba de canal de inmediato para no perderse ninguna posible noticia o para no encontrarse con la soledad.
De repente, entre las interferencias, una noticia comunicaba que una de las zonas había sido arrasada completamente y que encontrar supervivientes sería practicamente imposible.
Era la zona donde se encontraba el colegío de sus hijos, también la zona donde estaba la tienda en la que trabajaba su marido.
Apagó la televisión, abrió las manos poco a poco, como si se quedase sin fuerzas y estas dejaron caer el mando y el teléfono sobre el sofá. Se levantó y se dirigió hacía el pasillo como un zombie, las lágrimas escurrían por sus mejillas, pero ella no emitía ningún sonido.Era un dolor mudo.
Abrió el armario empotrado y metió la mano entre las mantas, cuando la sacó, llevaba cogido un puñal.
Atravesó el pasillo hasta las habitaciones y se sentó en la cama de uno de sus hijos.Sacó el puñal de la funda, un funda llena de bonitos detalles florales en relieve. Los acarició con sus dedos lentamente. Dejó la funda sobre la cama y atravesó con un movimiento limpio, seco y sin dilaciones sus estómago. Cerró los ojos. Las lágrimas volvieron a correr, emitió un débil gemido y su cuerpo se derrumbó, quedándose tumbado sobre la cama. El circulo rojo alrededor de la cuchilla, aumentaba de tamaño, convirtiendo el camisón blanco en la bandera del dolor.
5 feb 2011
¿Modernizarse?...
Las modas, los convencionalismos, vintage...¿qué narices es vintage?
¡Nos estamos volviendo locos!
Hemos perdido el sentido de la realidad.
Tribus urbanas con nombres impronunciables, música llevada al extremo de una actitud suicida. Feos y guapos, la eterna lucha de clases.
¿Qué es moderno? ¿qué es alternativo? si me pongo una diadema con un zurrullo de imitación en la cabeza, una cadena de bicicleta en la cintura y un pantalón con el que andar sea una utopía...¿seré lo mas "in"? o ¿seré una imbécil integral?
Considero que los radicalismos, no son buenos y aceptar todos los estilos es lo mas normal, no se debe juzgar a las personas por su apariencia, pero lamentablemente cada día hay mas escaparates andantes, que cuando cuelgan el cartel de "open" es para "cagarla".
La sociedad sufre una sobredosis de estupidez colectiva.
Elegir la ropa, según la marca y no por la comodidad, funcionalidad o el gusto.
Preocuparse por el rímel o el maquillaje, antes que por la política y los cambios sociales.
!Qué mas da que suba el paro!mientras tenga mi rímel extra-long-super, quizás con mis pestañas pueda dar besos de mariposa a otros planetas, mientras el mio se sume en la decadencia.
Manifestaciones inútiles, con "niños" que no saben lo que defienden.
Vegetarianos, veganos, nivel uno, cuatro, alcachofas con ojos...una forma de comer, ¿tiene niveles? entonces, en el tercer mundo,¿qué son?¿los dioses de los hippy-pijos?
No es de extrañar, cuando los ídolos de algunos, tienen un coeficiente intelectual nulo(las pirámides están tan vacías...)
Cantantes que componen canciones, reivindicando el hambre en el mundo y después se compran pantalones de cien euros.¿por qué?
Me asombra que los marginados y rechazados, sean los mas cultos. No se supone, que los lideres son siempre los que mas conocimientos tienen, entonces,¿por qué algunos adoran a los que menos leen y mas babean?
Suspirar, es lo único que nos queda frente a la idea del odio. Cuanto mas leo y menos televisión veo, mas asco me produce la sociedad, al final tendremos que aceptar que la frase: " cuanto mas conozco al ser humano mas quiero a mi perro" sea la mas correcta.
Vivimos un secuestro de la cultura y lo peor es que nadie va ha pagar el rescate, porque somos nosotros mismos víctimas y verdugos de la ignorancia.
¡Nos estamos volviendo locos!
Hemos perdido el sentido de la realidad.
Tribus urbanas con nombres impronunciables, música llevada al extremo de una actitud suicida. Feos y guapos, la eterna lucha de clases.
¿Qué es moderno? ¿qué es alternativo? si me pongo una diadema con un zurrullo de imitación en la cabeza, una cadena de bicicleta en la cintura y un pantalón con el que andar sea una utopía...¿seré lo mas "in"? o ¿seré una imbécil integral?
Considero que los radicalismos, no son buenos y aceptar todos los estilos es lo mas normal, no se debe juzgar a las personas por su apariencia, pero lamentablemente cada día hay mas escaparates andantes, que cuando cuelgan el cartel de "open" es para "cagarla".
La sociedad sufre una sobredosis de estupidez colectiva.
Elegir la ropa, según la marca y no por la comodidad, funcionalidad o el gusto.
Preocuparse por el rímel o el maquillaje, antes que por la política y los cambios sociales.
!Qué mas da que suba el paro!mientras tenga mi rímel extra-long-super, quizás con mis pestañas pueda dar besos de mariposa a otros planetas, mientras el mio se sume en la decadencia.
Manifestaciones inútiles, con "niños" que no saben lo que defienden.
Vegetarianos, veganos, nivel uno, cuatro, alcachofas con ojos...una forma de comer, ¿tiene niveles? entonces, en el tercer mundo,¿qué son?¿los dioses de los hippy-pijos?
No es de extrañar, cuando los ídolos de algunos, tienen un coeficiente intelectual nulo(las pirámides están tan vacías...)
Cantantes que componen canciones, reivindicando el hambre en el mundo y después se compran pantalones de cien euros.¿por qué?
Me asombra que los marginados y rechazados, sean los mas cultos. No se supone, que los lideres son siempre los que mas conocimientos tienen, entonces,¿por qué algunos adoran a los que menos leen y mas babean?
Suspirar, es lo único que nos queda frente a la idea del odio. Cuanto mas leo y menos televisión veo, mas asco me produce la sociedad, al final tendremos que aceptar que la frase: " cuanto mas conozco al ser humano mas quiero a mi perro" sea la mas correcta.
Vivimos un secuestro de la cultura y lo peor es que nadie va ha pagar el rescate, porque somos nosotros mismos víctimas y verdugos de la ignorancia.
29 ene 2011
COAGULACIÓN
Llevaba años dormido, su alma no sentía, su espíritu vagaba sin que nada lo sorprendiera.
Las mismas conversaciones, los mismos lugares que antes frecuentaba con ella. Bebía solo y dormía durante todo el día.
Llevaba tres años sin trabajar y su depresión se había convertido en una forma de vida.
Sus amigos artos de intentar animarlo empezaron a desistir y un día, ya no habían mensajes en su contestador. Esto no le afecto. Ya se sentía solo desde que ella se fue. ¿Qué importancia tenía estarlo verdaderamente?
La ropa permanecía intacta en el armario, sus camisas, sus vestidos...
Su tocador estaba idéntico a como ella lo dejó, el peine aun guardaba algunos cabellos. Tan solo cambiaba el frasco de perfume gastado por uno nuevo, ya que rociaba con el la casa, su ropa y la cama, todos los días.
Al acostarse, imaginaba que ella había salido ha hacer una guardia en mitad de la noche y que después volvería como siempre con los pies congelados y los pegaría a sus piernas para calentarlos.
Vivía una mentira, pero esa mentira era lo único que hacía que no abandonase este mundo.
Hacía comida para dos, ponía la mesa para dos y servía dos platos. Uno enfrente del otro. Apartaba la silla de la mesa, dejando un hueco para su invisible compañera. Comía sin hambre, cuando terminaba recogía su plato y vaciaba el otro en la basura.
Sabía que para muchos estaba loco, que miles de psicoanalistas pagarían por analizarlo, pero nunca le gustaron sus compañeros de profesión.
El sabía bien que tenía que hacer, cuales eran los pasos a seguir para superar la pérdida y por esto mismo, evitaba cualquier mejoría. No compraba ropa nueva y mucho menos se relacionaba con nadie. No lloraba por miedo a que todo el dolor se desvaneciese con las lágrimas.
Su herida permanecía abierta y desbordaba sangre continuamente, sin posibilidad de coagulación. Nunca habría una cicatriz que recordar, porque nunca sanaría. Hasta el día de su muerte, cuando sea olvidado sin dejar heridas, sin huellas. Su epitafio, será el más bello recuerdo de la gente que lo conoció.
Las mismas conversaciones, los mismos lugares que antes frecuentaba con ella. Bebía solo y dormía durante todo el día.
Llevaba tres años sin trabajar y su depresión se había convertido en una forma de vida.
Sus amigos artos de intentar animarlo empezaron a desistir y un día, ya no habían mensajes en su contestador. Esto no le afecto. Ya se sentía solo desde que ella se fue. ¿Qué importancia tenía estarlo verdaderamente?
La ropa permanecía intacta en el armario, sus camisas, sus vestidos...
Su tocador estaba idéntico a como ella lo dejó, el peine aun guardaba algunos cabellos. Tan solo cambiaba el frasco de perfume gastado por uno nuevo, ya que rociaba con el la casa, su ropa y la cama, todos los días.
Al acostarse, imaginaba que ella había salido ha hacer una guardia en mitad de la noche y que después volvería como siempre con los pies congelados y los pegaría a sus piernas para calentarlos.
Vivía una mentira, pero esa mentira era lo único que hacía que no abandonase este mundo.
Hacía comida para dos, ponía la mesa para dos y servía dos platos. Uno enfrente del otro. Apartaba la silla de la mesa, dejando un hueco para su invisible compañera. Comía sin hambre, cuando terminaba recogía su plato y vaciaba el otro en la basura.
Sabía que para muchos estaba loco, que miles de psicoanalistas pagarían por analizarlo, pero nunca le gustaron sus compañeros de profesión.
El sabía bien que tenía que hacer, cuales eran los pasos a seguir para superar la pérdida y por esto mismo, evitaba cualquier mejoría. No compraba ropa nueva y mucho menos se relacionaba con nadie. No lloraba por miedo a que todo el dolor se desvaneciese con las lágrimas.
Su herida permanecía abierta y desbordaba sangre continuamente, sin posibilidad de coagulación. Nunca habría una cicatriz que recordar, porque nunca sanaría. Hasta el día de su muerte, cuando sea olvidado sin dejar heridas, sin huellas. Su epitafio, será el más bello recuerdo de la gente que lo conoció.
23 ene 2011
En tus oídos
Era de noche.Una noche de verano. El aire que entraba por las ventanas era caliente, pero al contraste con la temperatura de la habitación, parecía refrescar.
Había estado todo el día andando por la ciudad de un lado a otro, recogiendo encargos, haciendo recados y solucionando algunos asuntos sin importancia. Se sentía vacía y aunque su día había sido muy ajetreado, no había hecho nada importante, nada que realmente le apeteciese.
El sudor pegajoso la hacía sentirse sucia. Sabía que no lo estaba, puesto que esa mañana antes de salir, se había dado una ducha.
Entró en el cuarto de baño y encendió el grifo. El agua estaba demasiado caliente, lo ajustó para que saliera a una temperatura agradable. Se desnudó poco a poco, se detuvo frente al espejo y observó su cuerpo desnudo.
El agua se deslizaba por su pelo y caía en su espalda como una cascada.
Aplico el jabón y el olor mezclado con el vaho, invadió el baño. La espuma se deslizaba suavemente entre sus dedos. Agarró un poco y formó una figura, parecía un pequeño pastel de nata. Se enjuagó y aunque el agua era clara, permaneció unos minutos mas debajo del chorro. Todo enmudecía y sus pensamientos parecían tener un sonido más rotundo, un volumen más elevado.
Cerró el grifo poco a poco, casi acariciándolo. Salió de la ducha, el agua que resbalaba de su cuerpo, formaba un charco a sus pies. Movió los dedos hacia arriba, que al caer de nuevo en el suelo chapotearon.
Con el pelo aun mojado y desnuda, se tumbó en la cama. Dio la vuelta sobre si misma y se percató de que había entrado agua en sus oídos. Esto producía un sonido molesto y persistente, con cada pequeño movimiento. Se mantuvo estática para no escucharlo.
Cuando lo había olvidado, sumergida en sus pensamientos, volvió a cambiar de posición y el agua de los oídos volvió a sonar, pero entonces se sentía bien, el ruido ya no la molestaba, la ensordecía y esa sensación la hacía sentirse evadida por segundos de la realidad.
Permaneció en la cama durante mucho tiempo. Su pelo ya estaba casi seco y su cuerpo ardía de nuevo.
Se levantó. Tenía hambre. Al incorporarse, el agua se deslizó por sus oídos hasta salir y humedecer el exterior de sus orejas. La realidad, le dio una bofetada y los sonidos externos volvieron a perturbar su tranquilidad.
Comió un plato de spaghetti y se volvió a duchar. Quería que el agua entrase de nuevo en sus oídos.
Había estado todo el día andando por la ciudad de un lado a otro, recogiendo encargos, haciendo recados y solucionando algunos asuntos sin importancia. Se sentía vacía y aunque su día había sido muy ajetreado, no había hecho nada importante, nada que realmente le apeteciese.
El sudor pegajoso la hacía sentirse sucia. Sabía que no lo estaba, puesto que esa mañana antes de salir, se había dado una ducha.
Entró en el cuarto de baño y encendió el grifo. El agua estaba demasiado caliente, lo ajustó para que saliera a una temperatura agradable. Se desnudó poco a poco, se detuvo frente al espejo y observó su cuerpo desnudo.
El agua se deslizaba por su pelo y caía en su espalda como una cascada.
Aplico el jabón y el olor mezclado con el vaho, invadió el baño. La espuma se deslizaba suavemente entre sus dedos. Agarró un poco y formó una figura, parecía un pequeño pastel de nata. Se enjuagó y aunque el agua era clara, permaneció unos minutos mas debajo del chorro. Todo enmudecía y sus pensamientos parecían tener un sonido más rotundo, un volumen más elevado.
Cerró el grifo poco a poco, casi acariciándolo. Salió de la ducha, el agua que resbalaba de su cuerpo, formaba un charco a sus pies. Movió los dedos hacia arriba, que al caer de nuevo en el suelo chapotearon.
Con el pelo aun mojado y desnuda, se tumbó en la cama. Dio la vuelta sobre si misma y se percató de que había entrado agua en sus oídos. Esto producía un sonido molesto y persistente, con cada pequeño movimiento. Se mantuvo estática para no escucharlo.
Cuando lo había olvidado, sumergida en sus pensamientos, volvió a cambiar de posición y el agua de los oídos volvió a sonar, pero entonces se sentía bien, el ruido ya no la molestaba, la ensordecía y esa sensación la hacía sentirse evadida por segundos de la realidad.
Permaneció en la cama durante mucho tiempo. Su pelo ya estaba casi seco y su cuerpo ardía de nuevo.
Se levantó. Tenía hambre. Al incorporarse, el agua se deslizó por sus oídos hasta salir y humedecer el exterior de sus orejas. La realidad, le dio una bofetada y los sonidos externos volvieron a perturbar su tranquilidad.
Comió un plato de spaghetti y se volvió a duchar. Quería que el agua entrase de nuevo en sus oídos.
16 ene 2011
TRANSICIÓN
No podemos y no debemos cerrar los ojos, ignorando las injusticias cometidas por tantos herejes en el transcurso de los años y en nuestra sociedad actual.
Reventado farolas y quemando contenedores, no lograremos aplacar el dolor de aquellos que sufrieron en una transición, tan llena de libertades utópicas, como de miedos.
Nuestros abuelos, tíos, se manifestaron en pos de un sueño. Todos somos conscientes de ello.
Nuestro país no olvida los cuarenta años de represión, de cárceles y de muertes inocentes.
Nuestra generación, es afortunada por tener esta realidad. Una rosa con espinas.
En muchas casas aun se venera la injusticia, la intolerancia y la represión. En otras muchas, los recuerdos son dolorosos y se suspira mirando a unos hijos, que con pantalones rasgados se manifiestan en defensa de unas leyes, unos derechos, una lengua y unas libertades.
Los padres ya no temen que sus hijos no vuelvan de estas manifestaciones y esa tranquilidad, no es entendida por ningún joven.
Ahora, tampoco nos confundamos, pues no todo es quejarse y rebeldía. No todos saben lo que defienden y por el simple echo de ser diferente, ignoran todo lo que nuestro país sufrió para llegar hasta donde estamos. Tantas lágrimas, tantos silencios impuestos y tantas corrupciones llenas de oscuridad. Miles de perdones son los que aguardan aun muchos hogares.
1975, fue un gran año para empezar a soñar con la libertad, que ahora es una realidad cambiante.
¡Hijos de la libertad, hijos de los sueños rotos, levantaos de las tumbas y clamad el perdón que se os ha negado!
¡No más nazis! ¡no más fascistas! ¡no más represiones! ¡no más muertes por un miedo infundado!
Demos gracias porque el cielo, hoy no es gris.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)